“La lengua del tiempo lame la superficie seca de la piedra hasta disolverla y así lo estéril se transforma.
La alquimia extraña de la vida vuelve lo seco, flor.
Las cosas sin nombre se despiertan para pertenecer al todo, lo amorfo coge forma y se proyecta en un tiempo específico donde las sombras adquieren significado.
Hay esa fuerza extraña que impulsa las cosas a existir, un velo que descubre la chance, la posibilidad, y de allí surge la vida.
Y asi como surge, de la masa extraña que da origen al mundo, el tiempo termina destruyéndola para que todo vuelva a empezar.”
Texto para la exposición ¨Suculentas¨, año 2015, por la curadora Luciana Asinari